PIEZAS SIN ALMA




PIEZAS SIN ALMA

Cerca del 2010 comencé a experimentar con la porcelana, con la barbotina de porcelana. No soy ceramista y había conocido la porcelana desde la superficie, pintando y dibujando sobre ella (tercer fuego). Esta técnica la descubrí  mirando antiguas figuritas en las que la tela, las puntillas y encajes se transformaban en cerámica. Lace porcelain es la denominación de esta técnica.
Realicé muchísimas pruebas, muchas de ellas con éxito y muchas otras rotas y partidas en sus hilos más finos. Eran como piezas sin alma, a las que intentaba reparar hasta con hilos



crochet (punto de)
El arte de hacer bailar un hilo al cabo de una aguja ganchuda es un trabajo sutil del tiempo y de lo múltiple. Según un proceso de transfiguración y recomienzo, el desarrollo se efectúa en una temporalidad que no hace referencia a ninguna cronología. La composición lleva su propia temporalidad situada simultáneamente en el tiempo y fuera de él.
Los puntos de ganchillo se asemejan a una pasión por los intervalos. Están hechos de cadenas que se entrelazan, apretadas o flojas, en una infinidad de combinaciones que consisten en la alteridad. "vivir es hacer ganchillo con las intenciones de los otros",escribe Pessoa desde las primeras páginas del libro del desasociego. Hacer ganchillo permite moldear de manera indirecta una metáfora de los lazos.
Las artes textiles muestran la complejidad de los múltiples entrelazamientos y variaciones que conducen al mestizaje, no limitándose este a ningún único género. La torsión y el tejido de fibras y filamentos. estirados a partir de una madeja para frear un hilo, se efectúan conservando una tensión regular sin ningún nudo para retenerla. Los telares entrecruzan hilos para vestir una línea central llamada "alma". Hay realmente una trama en el ganchillo, un hilo que se desarrolla para componer hilos y figuras pero no es una circunvolución. Tampoco hay un fondo, como en el bordado y no es una costura lo que une dos piezas preexistentes. No se apoya en ningún soporte, en ningún centro y mucho menos una periferia. Pessoa dice que comprende perfectamente a "las mujeres que hacen bordado por pena, y a las que hacen ganchillo para que la vida exista". Con el ganchillo cada malla se intensifica, se densifica, luego se anuda y es componente y totalidad de la obra a la vez. 
(...)
Fragmento tomado de:
Lapantine, Francois y Nouss, Alexis. (2001) Mestizajes. De Acimboldo a zombi. FCE. Buenos Aires. 


















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